Wednesday, June 15, 2011

IDENTITAT DIGITAL

Os voy a presentar mi Identidad Digital. En estos tiempos en los que las redes sociales han tomado un gran protagonismo a la hora de informar y mantener la comunicación entre personas con más o menos cercanía, debemos tener en cuenta que quedarse atrás puede ser peligroso, sobretodo si tu dedicación es la política.

A continuación, os presento mi FACEBOOK:

Ésta es la red social que tengo más por la mano y con la que creo que es más práctico llegar a la gente (a parte de ser la más conocida, ya que hoy no hay casi nadie que no tenga perfil en ella).

Ahora os presento mi perfil en TWITER:

Así como con Facebook me siento muy cómodo, Twiter es una herramienta a la que apenas le doy uso. No por considerarla inferior a la anterior, simplemente porque la considero algo más simple.

Aquí tenéis mi perfil de YOUTUBE:


Youtube es una herramienta que uso para mirar videos que me interesan, muy útil y, de vez en cuando, incluso puedes suscribirte a canales que te interesan y conocer de primera mano cuando se actualizan con nuevos videos. Aunque también se pueden subir videos, es una utilidad que no empleo apenas en mi cuenta.

Finalmente, os presento mi BLOG:

Fue una de las primeras herramientas que siempre usé en internet. Muy útil para poder expresar tus ideas, opiniones y sentimientos hacia la actualidad. Es el mismo en el que ahora mismo os presento mi Identidad Digital y al que le tengo un cariño especial. Os invito a que algún día le echéis una ojeada a algunos de mis artículos que aunque por fecha son algo antiguos, en la mayoría de ellos el contenido sigue latente a día de hoy.

Gracias y un saludo a todos/as!

Friday, May 20, 2011

NO A LES RETALLADES

No a les retallades del govern d'Artur Mas.

NO A LES RETALLADES


No a les retallades en Sanitat i en Educació.

Saturday, March 26, 2011

DISCURSO: ÉTICA Y MORAL EN LA POLÍTICA

Presentación en Powerpoint del discurso:

ÉTICA Y MORAL EN LA POLÍTICA

Tuesday, September 14, 2010

PAZ, LIBERTAD Y AUTODETERMINACIÓN PARA EL SÁHARA OCCIDENTAL

Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar los campamentos de refugiados de Tinduf, una zona árida del Desierto del Sahara en Argelia, donde se encuentra parte de la población saharaui. El Sahara Occidental, último territorio de África sin descolonizar, es un país reconocido únicamente por un puñado de Estados, en su mayoría subdesarrollados o en vías de desarrollo, rico en materias primas como fosfatos y hierro, pero invadido y explotado por Marruecos.
De hecho, fue impactante y triste ver como gente que ansía vivir en su tierra, como cualquier persona con condiciones óptimas y sus seres queridos, sobrevive en cabañas y chozas en paupérrimas condiciones, en un desierto hostil y con unas condiciones higiénicas deficientes. Sobreviven exiliados, oprimidos, separados de sus familias y desarraigados y en muchos casos, para aquellos que osan levantar la voz contra sus invasores, perseguidos y torturados.
Esta ocupación se remonta a hace más de 30 años, después de que fuera territorio español y tras los sucesos de la “marcha verde”. Desde entonces, el gobierno marroquí utiliza y explota el territorio saharaui, totalmente militarizado, en su propio beneficio, haciendo muros para separar a la población, colocando bombas antipersonales para hacer imposible la movilidad, y machacando a la población autóctona sin respetar en absoluto los derechos humanos.
Sinceramente, después de esta estancia y de haber convivido con una de las familias que me acogieron, me he replanteado muchas cosas y aunque he tenido tiempo para reflexionar, todavía a día de hoy tengo en mente algunas experiencias que creo no se me olvidarán nunca. La verdad es que aprendí muchísimo y admiro profundamente a este pueblo que viviendo en una situación tan crítica y con tan pocos medios, vive y lucha pacíficamente para conseguir la autodeterminación, de acuerdo con las resoluciones de la ONU, y la consecución de la justicia para todos.

Espero que algún día la Comunidad Internacional, por fin, asuma su responsabilidad internacional y decida imponer a Marruecos la obligación de respetar la legalidad internacional. Deseo que esas familias abandonadas en el desierto argelino puedan volver algún día a sus casas y reencontrarse con sus seres queridos. Que ese reencuentro no se demore más y, de una vez por todas, se haga realidad. Miles de personas esperan una solución definitiva para poder vivir en paz y ser libres.

Wednesday, March 14, 2007

LA INMIGRACIÓN Y SU INTEGRACIÓN

En la actualidad es inconcebible imaginar que sería de nuestro país sin la inmigración. Cuando hace unas décadas Alemania, Francia y Reino Unido eran los destinos favoritos, como polo de atracción de trabajadores, ahora España se encuentra en uno de los puestos privilegiados de todo el mundo para todo aquel que busca nuevas oportunidades y, en definitiva, mejorar su calidad de vida.
Es un fenómeno que más que por cantidad (que no es mucha en comparación con otros países europeos) es por el número de población recibida en tan poco tiempo. Más de cuatro millones de personas, llenas de ilusiones y con ganas de labrarse un futuro mejor, han decidido abandonar todo lo que tenían y marchar de su país para venir al nuestro. Afortunadamente y no pudiendo ser de otra manera, si se pone la voluntad política y los medios necesarios, la inmensa mayoría de gente que ha venido para vivir y trabajar está perfectamente integrada.
España, a día de hoy, es uno de los países referentes y más tolerantes con la llegada de inmigrantes. Sin duda tiene mucho que ver con las penurias que nuestros mayores han pasado, no hace tanto aunque algunos se empeñen en olvidarlo, hace pocas décadas. De hecho, hay bastante más de millón y medio de español@s repartidos por todo el mundo, por lo que la cifra es para pararse a reflexionar.
Nuestra ciudadanía ha conocido bien lo que es dejar atrás media vida, y esto se dice rápido, para continuar la otra media yendo a un sitio desconocido, en muchos casos no conociendo ni la lengua, para encontrar un lugar donde poder vivir con dignidad.
Ahora, en cambio, nosotros tenemos muchos de los ingredientes para atraer a personas de todo el planeta para decidir emprender una nueva vida entre nosotros. Esto es producto de la inmejorable situación económica que vivimos. No hace falta ser un sabio para percatarse que un país que crece es un país que atrae inmigrantes. Así que debemos estar satisfechos de haber realizado un buen trabajo, aunque no podemos caer en la autocomplacencia y debemos continuar en esta dirección.
Siempre hay quien dice que ya hay suficientes trabajadores de fuera y que no hacen falta más. Esto, normalmente, viene dado por la ignorancia, el racismo y el miedo a lo distinto. Pero lo que está claro es que si queremos seguir creciendo y dando nuevas oportunidades necesitaremos una media de 250.000 empleados más por año. Así que con esta mano de obra todos salimos beneficiados.
Por un lado, y aunque suene egoísta, nosotros, ya que sin ellos no podríamos mantener nuestro nivel de vida y por otro lado, ellos, para poder progresar personal, económica y socialmente.
De tal forma que conociendo que lo que ansían es poder vivir en paz y ganarse la vida honradamente, deberíamos hacer el mayor esfuerzo posible para conseguir su mejor integración. Hemos de ser conscientes que nadie deja a su familia y a sus amigos (entre otras cosas) sino es por necesidad y por causas de fuerza mayor y se ha de gestionar de la manera más eficaz esta nueva diversidad, evitando la discriminación y las desigualdades.
Han de desaparecer los recelos que unos y otros puedan tener. No podemos permitir que una parte de la sociedad quede en exclusión y en la marginación y se ha de luchar por la convivencia donde todos y todas seamos ciudadanos con igualdad de oportunidades.
La integración de los inmigrantes es uno de los mayores retos de las próximas décadas y no supone sólo dejar que la persona se ubique geográficamente dentro de nuestras fronteras, sino que lo fundamental es integrar culturas, tradiciones y lenguas diferentes. Entre todos podemos construir un magnífico modelo de convivencia social. La inmigración está aportando mucho a nuestra sociedad y con esto, cada vez, la población española va a ser más madura.
Como vías de entendimiento han de equipararse las infraestructuras sociales con la población actual, para que no haya sensación de invasión de los espacios públicos. Educadores sociales y mediadores interculturales son más necesarios que la policía para vertebrar la sociedad. Habiendo recursos económicos y implicándonos todos para lograr una mejor integración (respetando ellos nuestra forma de vivir y nosotros también la suya, pero siendo ambos abiertos a entender otras formas de vida con distintas costumbres) iremos resolviendo los futuros problemas que puedan ir surgiendo. Sobretodo teniendo empatía (poniéndonos nosotros en su lugar y ellos en el nuestro) y compartiendo opiniones, seremos capaces de abordar este tema con buenos resultados.
Es importante ser consciente que todo país desarrollado está abocado al mestizaje y que la interculturalidad aporta extensa riqueza a nuestra sociedad. No se ha de tener preferencia hacia los países, sino hacia las personas. Y el gran reto es que nuestra sociedad ante estos nuevos desafíos no se venga abajo sino que aprenda y crezca para construir, entre toda la ciudadanía, un país más moderno, diverso y plural.

Monday, February 12, 2007

NUESTRO CINE

El pretérito año ha sido muy interesante para el cine español. Tanto en cifras de espectadores, que señalan que cada vez hay más público de películas made in Spain, como las cantidades económicas recaudadas, nos indican que vivimos un momento inmejorable.

Y es que nuestro cine está de moda. Después de pasar tantos años en la cola de la cinematografía europea, nos hemos superado a nosotros mismos y hemos dejado con la boca abierta a todo experto internacional, por más exigente que haya sido.

Durante siglos, artistas españoles de todas las ramas, han llenado museos de todo el mundo. Por lo que además de ser una tierra con mucho sol y playa, y de ser el segundo país del mundo en turistas, después de Francia, somos una tierra exportadora de genios. Es decir, de personas que han marcado un punto de inflexión, a nivel internacional, en los diferentes sectores en los que han trabajado.
Pero aunque hemos abarcado todos los ámbitos artísticos, en cine, nunca habíamos podido gozar de tanto maestros y obras de arte, cinematográficas, realizadas en un mismo periodo.

Uno se da cuenta que, a pesar de los diferentes momentos históricos que España ha vivido y en los que nos hemos encargado de frustrar, en demasiadas ocasiones, toda idea u obra innovadora; menospreciando a científicos, marginando a arquitectos, fusilando a poetas, expulsando a pintores o quemando libros, entre otras aberraciones, a día de hoy, en cine, estamos por fin, reconociendo la genialidad y profesionalidad de nuestros eruditos.

Curiosamente, el trabajo de unos pocos esta dando prestigio a unos muchos y esto nos hace pasar un momento único, y seguramente irrepetible, para todo amante del séptimo arte. Es paradójico como en los años sesenta Italia era el país europeo con mejores directores con Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Marcelo Mastroiani, y Federico Fellini, y, en cambio, ahora, somos el referente europeo con maestros de la talla de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Fernando Trueba, José Luís Garci, y la increíble Isabel Coixet, entre otros.

Todo Estado quiere tener a su cine en lo más alto y, la verdad, son muchos los que están dejando el pabellón alto, consiguiendo dar mucho prestigio a nuestro país. De tal forma que debemos aprovechar disfrutando de lo nuestro y de los nuestros con orgullo.
Porque aunque se tenga recordar, a veces, nos tiende a gustar más lo que nos queda lejos que lo que tenemos cerca (ya lo dice el dicho, no hay profeta en su tierra) y eso es profundamente injusto.

Además, el cine, no únicamente sirve para ganar dinero (aunque a algunos les cueste reconocerlo) o para que unos cuantos logren la tan ansiada fama internacional, sino que también, es una herramienta extraordinaria para transmitir cultura y educación.

De hecho, la mayoría de películas suelen dejar una huella al espectador. Ésta puede ser de muchas clases (satisfacción, tristeza, buen humor, indignación…) Siendo los sentimientos que se viven a través de ellas muy diversos.

Precisamente, eso es lo que hace que el cine sea algo maravilloso. A priori, lo que casi todos queremos, cuando vamos al cine o nos ponemos delante de nuestra pantalla particular, es evadirnos y olvidar, por unas horas, esos problemas que nos atormentan o que nos mantienen tan ocupados en nuestro día a día.

Y haciendo este acto, en busca de unos instantes de tranquilidad, muchos de los films nos hacen reír, y con otros, en cambio, se nos cae alguna lagrimilla. En otros casos, simplemente lo que pretendemos es entretenernos y pasar un buen rato, pero lo que normalmente se consigue es reflexionar y aprender. La cultura y el arte van de la mano y, si el arte nos hace más sensibles ¿Por qué no lo iba a hacer el cine?

El arte te hace sentir y con el cine sientes y mucho. En su mayoría, toda película tiene texto, fotografía, imagen, interpretación y música, por lo que una de los artes más completos y, por tanto, se le ha de apoyar, sin titubeos ni racanismos, con más dinero público.

En la actualidad, solamente se le dedica un 12% del presupuesto de cultura, por tanto, las cifras son ridículas. Si queremos seguir creciendo en este sector, debemos dedicar más recursos para, en la medida de lo posible, aumentar las distribuidoras españolas y hacerlas más fuertes para que puedan competir, con nuestro principal rival, el cine norteamericano.

Se han de crear las bases industriales adecuadas, para que el cine, como bien cultural, tenga una industria detrás que la propicie y apoye. Hay mucha gente detrás de cada producción: actores y actrices, directores, productores, cámaras, guionistas, técnicos… y se les ha de apoyar y demostrar que estamos con ellos.

Un país vale lo que valen sus ideas y sus ideas están, entre otros lugares, en el cine. El cine es cultura y la cultura aporta respeto a la diversidad de la vida para hacer un mundo mejor. Esto es algo que no se nos ha de olvidar.

Thursday, February 08, 2007

PAZ PARA LA INFANCIA

En nuestra vida cotidiana no esta presente el trabajo infantil en el mundo. De hecho, aunque no nos demos cuenta, muchos de los objetos que nos rodean son realizados por niñ@s explotados laboralmente. Niñ@s que en vez de estar estudiando o jugando tienen que trabajar en condiciones infrahumanas, un sinfín de horas y en muchos casos con materiales altamente tóxicos.
Las cifras son escandalosas. A día de hoy se calcula que aproximadamente 246 millones son sujeto de explotación infantil en el planeta. La inmensa mayoría viven en Asia, África e Iberoamérica.
Es lamentable que en pleno siglo XXI no se haya erradicado por completo el trabajo forzoso y la esclavitud de infantes. Es indignante contemplar como muchas empresas, entre ellas multinacionales bien conocidas por todos, se están forrando explotando y maltratando a menores.
Que sea tan apetecible contratarlos esta a la vista de todos. Son más obedientes y trabajan mejor. Además ganan hasta diez veces menos que un adulto y los horarios no bajan de 12 horas diarias, desde el alba hasta el amanecer y en muchas ocasiones, encadenados.
La conclusión a todo esto es evidente. Los menores tienen un empleo porque son más fáciles de explotar. Un niño resulta más rentable que un adulto debido a su indefensión, sumisión y al hecho de que realiza el mismo trabajo, sin ningún tipo de queja y a cambio de una remuneración ínfima.
Uno de los grandes problemas es que, en muchos países subdesarrollados, la explotación infantil está asumida dentro de la familia como una fuente de ingresos aceptada por la totalidad de sus miembros. En ocasiones los padres contraen deudas que no pueden pagar y necesitan de más sueldos para poder subsistir. Por lo que las principales causas del trabajo infantil son la explotación económica, conflictos armados, marginación social, valores sociales y circunstancias culturales y básicamente la extrema pobreza.
Pero otro de los problemas es que los países industrializados están implicados en este drama debido a que, habitualmente, adquieren productos en los cuales los niños y las niñas de los países en vías de desarrollo trabajaron.
Hay que poner solución, de forma inminente, a este fenómeno. No podemos dejar pasar ni un día más sin luchar contra esta lacra. Hay que concienciar a la sociedad española de esta realidad y se ha de garantizar que los productos procedentes del Tercer Mundo sean elaborados en unas condiciones dignas de trabajo, salario y edad.
La comunidad internacional no puede permitir que se vulneren los derechos humanos y entre éstos los derechos del niño. Es una práctica inaceptable que les hace perder su infancia, que no conozcan el cariño ni la diversión, que su autoestima esté por los suelos y que no puedan ir al colegio. Cuando lo que necesitan es amor, comprensión y respeto se les condena a la incultura, a la soledad y al sufrimiento. Es indecente perpetuar esta situación.
No podemos dejar de garantizar que las nuevas generaciones de menores de todo el mundo gocen de sus derechos más elementales. Es inmoral que veamos tan clara y constantemente atacados sus derechos y que no seamos capaces de defenderlos. Es imperdonable que se explote, asalte, viole, asesine a los niños, y que no se revuelva nuestra conciencia ni sintamos que se desafía nuestra dignidad para oponernos, frontalmente, a la cara más criminal de un sistema que es, en el fondo, infanticida.
La voluntad política de los estados y la colaboración con organizaciones solidarias (éstas están realizando un magnífico trabajo) es la única forma de combatir este mal global. Ante todo los países industrializados deben comprometerse a no adquirir productos en los cuales se haya usado niños, pero deben comprometerse, a la vez, en ayudar al desarrollo de los países pobres y en vías de desarrollo para hacer desaparecer por completo la explotación infantil.